Gustavo Álvarez realizó un balance como secretario de la Juventud del PJ local

Mi mandato ha sido completado, por fortuna en el más cabal de los sentidos. Es tiempo para mí de abrir una nueva etapa de mi vida política y dejarle el camino expedito a las nuevas camadas jóvenes que, gracias a Dios, siguen nutriendo la vida política de nuestro país.

El balance de lo realizado después de todos estos años de trabajo y militancia resulta, sin dudas, holgadamente positivo. En todo el trayecto he tenido el honor de trabajar junto a personas cuyo compromiso y voluntad facilitaron la concreción de muchos de los objetivos que nos propusimos desde un primer momento, al asumir el mandato de la juventud en el seno del justicialismo local. Y si bien contamos con el apoyo de sus más notorios dirigentes ante cada acción que emprendimos, el compromiso militante de muchísimas personas que se acercaron a participar de manera desinteresada fue decisivo.

De esta manera nos propusimos trabajar para enriquecer el trabajo de nuestro partido en el ámbito local, para llevar no sólo nuestra palabra a los barrios, sino también nuestra actividad concreta, expresada a través de muchos jóvenes comprometidos con la causa justicialista, que hacen de su vida cotidiana un aporte a la comunidad.

Conforme estos lineamientos, y tal y como estábamos mandatados por el Partido Justicialista, muchas de nuestras tareas estuvieron destinadas prioritariamente a nuestra juventud. Por eso llevamos adelante actividades relacionadas con el acceso al mercado laboral, especialmente en lo concerniente al primer trabajo. Y para facilitarlo, también sumamos talleres de orientación vocacional para quienes estaban por finalizar sus estudios secundarios. Asimismo realizamos acciones preventivas y de concientización en lo realacionado con las adicciones y las enfermedades de transmisión sexual.

Otra importante línea de trabajo estuvo relacionada con nuestros niños. Un ejemplo de ello fue la organización de los torneos de fútbol infantil de verano junto a diversos clubes de fútbol del distrito, que sin dudas fueron muy exitosos. Cientos de padres y madres colaboraron activamente para llevarlos a cabo, y el resultado fue altamente satisfactorio para todos. Niños felices, desplegando talento y haciendo realidad sus sueños junto a otros, propiciando el espíritu de equipo y el sentido de lo comunitario junto a sus familias trabajando en conjunto.

Asimismo, llevamos adelante el proyecto “Un cuadro para Juanito”, programa que se inició en 2005 y que fuera realizado en varias provincias de nuestro país a través de la Asociación Civil “De Todos para Todos”, una ONG fundada hace más de diez años de la cual fui co-fundador junto a otros jóvenes de mi generación. Dicho programa consistió en promover los derechos de la infancia a través de diversas técnicas artísticas tales como pintura, fotografía y dibujo, realizados por los propios niños de las escuelas de nuestro partido. Cada realidad acerca del respeto y/o la vulneración de sus derechos quedó condensada a través de la expresión artística, trabajo que culminó con la organización de diversas muestras tendientes a exponer las obras de los niños.

También trabajamos junto a la tercera edad, partiendo de un paradigma diferente, fuera de los enfoques paternalistas. La tercera edad (o como bien se dice, “los jóvenes de la tercera edad”) son personas que pueden brindar muchísimas cosas a nuestra comunidad, vivir plenamente y trabajar en función de objetivos individuales y colectivos. Así fue que logramos abrir dos centros de Voluntariado Social para la Tercera Edad en el Barrio Corea y Villa Libertad, organizando diversos talleres.

Por otro lado, es necesario destacar que nuestro trabajo en el ámbito de la capacitación y la formación son permanentes. La apertura de diversos cursos tales como Aire Acondicionado, Cerrajería, Plomería, Electricidad, Fotografía, Computación, Producción Audiovisual y otros, posibilitaron no sólo espacios de formación en saberes socialmente necesarios, sino que además brindaron a muchas personas una oportunidad concreta de trabajar, ya sea a nivel autónomo, cooperativo o en relación de dependencia. En este sentido, el aporte de instituciones como la Escuela Mitre, la Escuela Técnica N° 2 o la sede local del Sindicato Único de Trabajadores de Edificios de Renta y Horizontal (SUTERH) fueron fundamentales.

En todo momento, sentí que el aporte de compañeros, amigos e instituciones fueron un factor elemental para el logro de nuestra misión como Secretaría de la Juventud. Si algo aprendí durante estos años es que se puede trabajar en función de objetivos comunes más allá de las extracciones políticas, poniendo como eje central el beneficio de nuestra comunidad. Nada de lo que logramos se construyó desde la sumatoria de voluntades individuales, sino con la plena voluntad de construir un “nosotros”, con nuestra labor cotidiana.

Agradezco a su presidente, la Diputada Nacional Graciela Camaño, por haberme dado la oportunidad, a todos los secretarios por haber compartido en mayor o menor medida actividades y/o charlas y saludo a aquellos nuevos compañeros y compañeras que vendrán, deseándoles el mayor de los éxitos para llevar el escudo y doctrina peronista a cada barrio afianzando derechos y prolongando una férrea justicia social.

¡Hasta pronto compañeros!

Gustavo Alvarez
Secretario de Juventud del Partido Justicialista de San Martín
San Martín, Prov. de Buenos Aires                                                                                                                                                                                                           Noviembre de 2013

La corrupción mata: Algunas reflexiones en torno al flagelo de la corrupción en nuestro país

 

Sin lugar a dudas, el fenómeno de la corrupción ha emergido como un factor disruptivo en la realidad nacional e internacional. En la actualidad, no existe país, región o continente se encuentre exento de esta problemática que se multiplica considerablemente en los distintos niveles del Estado. Ante tales fenómenos, los esfuerzos combinados de los actores políticos para erradicar este flagelo parecen ser insuficientes. De allí se desprende que, en las reflexiones sobre políticas públicas que se han producido hasta el momento, el fenómeno de la corrupción aparece como una materia ineludible, una problemática que exige respuestas urgentes por parte de la sociedad.

En nuestro país, el debate en torno al fenómeno de la corrupción ha merecido variadas y profundas reflexiones políticas durante los últimos 20 años. Muchas de ellas han colocado al sistema político y a la acción de los funcionarios en el ojo de la tormenta, obligándolos a prestar debates de fondo. Tales fueron los casos del Incendio de República Cromañón (Diciembre de 2004), en el que murieron 194 personas; el accidente ferroviario en la Estación de Once (Febrero de 2012), en el que fallecieron 51 personas; y las recientes inundaciones ocurridas en la Ciudad de Buenos Aires y La Plata, que se cobró la vida de al menos 57 personas. En todos los casos, la trama de las responsabilidades políticas (individuales y colectivas) se puso sobre el tapete, y todavía no han madurado las condiciones para un debate profundo. Gran parte de esta responsabilidad recae tanto en los actores políticos como en los medios de comunicación.

Nuestro país ha escrito grandes capítulos en la historia de la corrupción en este sentido –sobre todo durante la década del ’90-; basta con consignar el lavado de dineros mal habidos en los llamados “paraísos fiscales”, la existencia de monopolios consentidos por el poder político, la evasión impositiva, las licitaciones pre-acordadas de grandes obras públicas, el endeudamiento del estado para favorecer a los privados, el remate de las otrora empresas públicas, etc.

Por caso, recientemente una investigación periodística de inusitada contundencia sobre lavado de dinero (llevada a cabo por el periodista Jorge Lanata) colocó nuevamente en el centro de la escena al poder político gobernante: Las presuntas maniobras del empresario santacruceño Lázaro Baéz para el blanqueo de capitales (se cree que la maniobra alcanza los 55 millones de Euros) a través de firmas offshore constituidas en “paraísos fiscales”. Lázaro Báez, es el mayor concesionario de obras públicas de la Prov. de Santa Cruz –es titular de la empresa Austral Construcciones S.A- y posee millonarias inversiones en petróleo, tierras y turismo. Su ascenso económico se movió al compás del ascenso político de Néstor Kirchner; pasó de ser empleado bancario a empresario de la construcción, cuyos negociados se facilitaron gracias a sus contactos con el Estado.

Más allá de los derroteros por los que transite la denuncia periodística, es necesario señalar que estos hechos tienen lugar a pocos días de las colosales tormentas que terminaron con la vida de decenas de personas en la Prov. de Buenos Aires, una situación que podría haberse evitado en la medida de que las decisiones políticas hubieran apuntado a la resolución de cuestiones fundamentales. Lo indigerible de ambas postales puestas en contexto demuestran que persisten modos de concebir la política como la acumulación de poder motivada por fines estrictamente personalistas, caracterizados por un modo de gestionar cargado de alto nivel de improvisación, cortoplacismo y falta de capacidad de respuesta ante situaciones que demandan soluciones de fondo.

Por otro lado, hechos como el citado colisionan estrepitosamente con las retóricas épicas elaboradas por el poder comunicacional del gobierno nacional y sus usinas intelectuales, y sus alcances se desdibujan en cuanto se los contextualiza con la realidad social actual de nuestro país, ya que se hace evidente la tensión que existe entre los imaginarios emancipatorios confrontados con la corrupción estructural y sus correlativos escenarios de vulnerabilidad social y extrema pobreza.

Las consecuencias de la corrupción en el plano cultural son nefastas, y van desde la resignación hasta la naturalización. La aceptación del hecho corrupto como condición necesaria del ejercicio político ha calado hondo en nuestra sociedad, y es necesario desactivar esta concepción también desde una mirada estratégica, ya que no van a ser los discursos ni las teorizaciones las herramientas para modificarla, sino la acción concreta de personas honestas y capaces para ejercer la función pública, en un marco en el que la única forma de ejercerla se dé en los marcos de la ética ciudadana.

Estamos convencidos de que debemos combatir la corrupción con estrategias emergentes de las discusiones colectivas, de participación plena, sumando las perspectivas y los aportes de todos los actores sociales, teniendo en cuenta el aporte de las distintas disciplinas que contribuyan a la construcción de acciones estratégicas para combatir este flagelo que tanto afecta a nuestros compatriotas y que llega a matar a través de niño/as desnutridos, falta de acceso a la salud pública, condiciones inhumanas de viviendas, falta de agua potable y un sinfín de problemas que trae aparejado la corrupción a expensas de la sociedad, donde los únicos que ganan son algunos gobernantes y algunos empresarios.

Es hora de decir basta, que la sociedad tome conciencia que hoy nuestros males y pesares es producto de la corrupción y ésta es la que nos mata y la que debemos combatir.

 

Adicción al juego: una problemática que nos toca de cerca

Una de las problemáticas sociales más graves que afectan a buena parte de la población del distrito de San Martín es sin dudas es la adicción al juego, una enfermedad psico-social cuya divulgación se encuentra limitada por razones de estado. Lamentablemente, los juegos de azar siguen la vieja lógica de los “males necesarios” de los cuales el estado debería hacerse cargo para evitar que éstos caigan en el ámbito ingobernable de la clandestinidad. Sin embargo, hay datos que revelan una preocupante incidencia de este flagelo en nuestra población y una marcada ausencia de políticas públicas para hacerse cargo de sus consecuencias.

El juego compulsivo o ludopatía es una enfermedad o trastorno mental incluido en la Clasificación Internacional de Enfermedades de la OMS. Este trastorno se caracteriza por la presencia de graves dificultades en limitar la cantidad de dinero o tiempo empleado en el juego, lo que desencadena consecuencias adversas para el jugador, para su familia y la comunidad.

En este sentido, la ludopatía puede equipararse a la dependencia del uso abusivo de sustancias psicoactivas, tanto en lo individual –como el comportamiento compulsivo de un adicto- como en lo social-grupal. La pérdida de la orientación del deseo, faceta característica de un comportamiento compulsivo, deriva en la pérdida de confianza de los otros, la pérdida de los lazos familiares y de amistad, la disminución del autoestima y, por supuesto, la dilapidación de los bienes propios y hasta los de los demás.  

Existe una serie de criterios para la detección del problema, los cuales se centran en el análisis a conductas específicas, tales como: delinquir para obtener dinero para el juego; irritabilidad al tratar de jugar menos o dejar de jugar; jugar para escapar de los problemas o de sentimientos de tristeza o ansiedad; apostar mayores cantidades de dinero para intentar recuperar las pérdidas previas; la pérdida del trabajo, una relación u oportunidades de negocios; fracasos  sus estudios o carreras por motivo del juego; el endeudamiento crediticio para sobrevivir debido a las pérdidas ocasionadas; necesidad de apostar cantidades de dinero cada vez más grandes para sentir excitación, etc.

En nuestro país no existen registros estadísticos. Sin embargo, en el Hospital General de Agudos “Dr. T. Alvarez” de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires funciona desde hace algunos años el primer servicio de asistencia a la ludopatía. En dicho servicio se realizó el siguiente relevamiento estadístico, conforme a 200 historias clínicas de pacientes que concurrieron voluntariamente, derivados o traídos por la familia. Sobre dichos datos pueden inferirse proyecciones similares en otras poblaciones del país:

* El 75 % de los pacientes en tratamiento son hombres, mientras que el 25 % son mujeres.

* El 80 % de los pacientes tanto hombres como mujeres tienen entre 40-65 años y el 20% se sitúa entre 20 a 40 años.

* Con respecto a la población masculina, los lugares de azar más concurridos son el casino y el hipódromo, mientras que en la población femenina el lugar más frecuentado es el bingo y las máquinas tragamonedas.

* El nivel socioeconómico al que pertenecen los pacientes tanto mujeres como hombres corresponde a los sectores medios.

* Respecto al nivel educativo, el 90% de la población ha terminado el secundario y el 50% ha estudiado una carrera universitaria o terciaria.

* Depresión y suicidios: El 10% de mujeres han intentado suicidarse, mientras que los hombres lo han intentado en un 15%. En tanto, un 22% del total -conformado por ambos sexos- han elaborado ideas suicidas.

Es importante destacar que la manifestación del trastorno se ve favorecida cuando la exposición al juego se incrementa debido a su legitimación social e institucional. Efectivamente, el incremento de casinos, bingos, salas de máquinas tragamonedas y otras variadas modalidades de apuestas -propiciadas por ámbitos gubernamentales de diversos países- se asocian a una mayor incidencia del trastorno. En un sentido contrario, el gobierno de Rusia dispuso a partir del año 2009 el cierre de los casinos y otras salas de entretenimientos en la mayor parte del país, con el objetivo de reducir los efectos negativos del juego en la sociedad.

En Argentina se produjo la irrupción masiva de los juegos de azar durante la década de los ‘90, en especial con la aparición de los bingos. En abril de 2009 funcionaban 140 casinos en todo el país; 22 de ellos se abrieron en los últimos cinco años. Se suele fundamentar la inauguración de salas de juego con el potencial desarrollo del turismo y el flujo de recursos en las provincias; pero lo cierto es que las bocas habilitadas para el juego se han multiplicado en gran parte del territorio nacional.

Existe una relación directa entre las crisis socio-económicas, la proliferación de bingos, casinos, máquinas de monedas y el crecimiento de esta adicción. Es necesario hacer una revisión crítica de las prioridades que han impulsado este desarrollo desmesurado del juego; y replantear cuáles son los límites del mismo.

La incidencia de los juegos de azar en la salud pública no ha sido relevadas hasta el momento en el distrito de General San Martín. Las circunstancias sociales exigen la creación de un marco de análisis y –en lo posible- prevención de sus consecuencias, puesto que son muchas las personas que padecen esta realidad cotidianamente, no sólo a nivel individual, sino también a nivel familiar y, por extensión, a nivel colectivo. No es posible sostener un flagelo de estas características sólo por “razones de estado”, que no tienen sino un trasfondo decididamente económico.

Por ello, consideramos que el sistema de salud debe abordar el problema tanto en los aspectos preventivos como así también en los asistenciales y, desde luego, en lo concerniente a la rehabilitación de las personas afectadas.

Otro de los aspectos importantes que los programas preventivos deben incorporar -a nuestro criterio- es la organización y difusión de los registros de autoexclusión, mecanismo a través del cual los interesados expresan voluntariamente su deseo de no ingreso y permanencia dentro de las salas de juego.

Como cualquier otra conducta adictiva, consideramos que la ludopatía debe ser tratada como un problema de salud pública, que concentre la preocupación y atención de una variedad de actores sociales: especialistas, empresarios del sector, organizaciones no gubernamentales, organismos del Estado y la población en general.

Gustavo Álvarez

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 Marzo de 2013

 

 

 

Gustavo Álvarez: “El peronismo fue, es y será un movimiento único en la Argentina”

Aunque sin nombrarla, el secretario de Juventud del PJ de San Martín y ex candidato a Intendente, respondió, mediante un comunicado, declaraciones de la funcionaria municipal Magdalena Gagey, quien había criticado el mandato de Graciela Camaño al frente del Partido Justicialista local.

Realmente a veces quedo sorprendido con la pluma y las ideas de algunas personas que se consideran compañeras o compañeros.

El Gral. Perón nos dejó un gran legado muy importante: nuestra doctrina. Y hacer de ella una forma de vida es ser un peronista justo y digno. Pero, ¿a qué se debe que algunos quieren disolver el movimiento en una agrupación? ¿qué es “Unidos y Organizados”? ya tenemos el “PERONISMO” para eso. ¿Por qué cooptar el movimiento con un grupo de agrupaciones? ¿Por qué sintetizar en un espacio las diferentes corrientes que se supone ya están contenidas en un espacio muchísimo más amplio?

Una de las verdades peronistas dice que el Peronismo es esencialmente popular. Todo círculo político es antipopular, y por lo tanto, no es Peronista. Y, ¿a qué se refiere el General cuando dice “círculo”? Creo que para hablar de nuestra corriente ideológica hay que entender y prepararse.

Compañeros, compañeras, en nuestra Argentina hay un partido político que es el Partido Justicialista, que justamente tiene el origen de su nombre en el espíritu del movimiento peronista: la justicia social. Entonces, si tenemos una Presidente que en uno de sus discursos subestima el PJ, sería importante que alguno de sus asesores le comenten que desde que el Movimiento Obrero y Sindical de la Argentina concibió al PERONISMO liderados por Perón, la herramienta para ser elegidos y llegar al poder, fue el Partido Justicialista. Sería bueno también que le recuerden que en una democracia, es fundamental la institucionalidad y el funcionamiento interno de los partidos políticos. 

Antes de seguir escribiendo, les quiero contar que ni bien leí las declaraciones de una “compañera” del peronismo sanmartinense, tuve una catarata de pensamientos que fuertemente me decían cuán equivocada estaba ella, tanto en su lectura de la realidad ¡como en sus deseos! Y a ella quisiera decirle que como otra verdad peronista dice: un peronista trabaja para el MOVIMIENTO. Y no se queda ahí, sigue afirmando que aquel que acciona en nombre del MOVIMIENTO sirviendo a un círculo, o a un caudillo, es solo peronista de nombre, no es un peronista de verdad.

Entonces, llegando al tema de las internas partidarias me parece bárbaro que se vengan las elecciones y que todos los que deseen presentarse lo hagan, por supuesto que sería ideal tener una lista de unidad donde todos los espacios estén contenidos, los oficialistas y los anti oficialistas, pero con críticas como “Que haya quedado Camaño al frente del PJ representa que no se pudieron articular los sectores peronistas del kirchnerismo para plantearse la recuperación del partido… Nosotros somos muy críticos, porque lo que se expresa en el actual PJ de San Martín es la década del 90, el neoliberalismo, la destrucción de la política y de las “banderas históricas del peronismo” es contraproducente.

Hoy no se estaría hablando de internas si la Compañera Graciela Camaño no hubiese tomado el toro por las astas para recuperar el Partido Justicialista de San Martín, hoy el PJ sanmartinense sería obsoleto si Graciela Camaño no sumaba militantes jóvenes a las filas del PJ como lo hizo. Hoy quienes integramos el PJ sanmartinense levantamos las banderas históricas del peronismo más que nadie, mejor dicho: somos los únicos que lo hacemos a nivel local, cada uno desde su rol, desde su trabajo, desde sus familias y desde su formación, somos peronistas de verdad.

Y como joven militante peronista invito a los que piensen diferente y a los que tienen más o menos experiencia y militancia a que reflexionen, necesitamos recuperar valores, recuperar el respeto, reconocer lo que hicieron los demás, valorar lo que tenemos y mantener el legado.

Y la reconfiguración de las fuerzas peronistas al interior del partido político que nos convoca es un buen momento para pensar con seriedad hacia dónde vamos, que queremos, dónde estamos y qué hacemos, obviamente siempre impregnando nuestros sueños con el crecimiento y bienestar de la Argentina, incluyendo a los excluidos y fortaleciendo las bases de nuestro movimiento: el trabajo digno. 

Basta de diatribas, de discursos con doble sentido, de actitudes despectivas, de soberbia. Basta de competencias inútiles, basta de divisiones. Atrás de estas peleas y del contagio discursivo está el pueblo, nuestros vecinos, nuestros seres queridos, nuestra historia, nuestra Argentina, la de “todos”, absolutamente TODOS.

Participemos, pero no dejemos que se pierda esa esencia del peronismo que justamente quieren ahogar, la riqueza del movimiento transformador por excelencia de la Argentina, está en la diversidad y mientras tengamos la habilidad para contener esa diversidad, los cargos electivos nacionales, provinciales y municipales seguirán siendo una oportunidad para continuar trabajando por una patria justa, libre y soberana, esa que aún no hemos conseguido.

 

Cro. Gustavo Alvarez
Secretario de la Juventud del Partido Justicialista de Gral. San Martín

Fuente: http://www.lanoticiaweb.com.ar/noticia/24297/gustavo-alvarez-