Nacida en Arena Piura al norte de Perú y criada en la provincia de Huaral, Liliana Valdivia, fue la mayor de las hermanas mayores de una familia de ocho niños. Criada en el campo en un lugar muy humilde, en el que apenas contaba con un horno a leña, una casa de caña y barro construida por su familia. Allí comenzó a despertarse su pasión por la cocina.
“Siempre en la escuela era la alumna más destacada, me encantaba estudiar y sacar buenas notas para poder ser becada todos los años. Cuando tenía 14 años mamá me mandaba al mercado a hacer las compras del día porque no contábamos con heladera. Allí había un hombre que vendía mangas y picos para decoración de tortas y hacía demostraciones con glasé. Cuando pude compré y en casa comencé a practicar. Hacía un budín de naranja a la olla, sobre leña y latas. No salía tan bien…. se quemaba, pero recuperábamos la parte buena y lo decoraba con entusiasmo. Me daba una satisfacción tan grande preparar este y otros postres para mi familia” recuerda la chef formada en el Centro de Formación Profesional N° 28.
Años más tarde se radicaron en Huando, una casita ubicada en la falda de un cerro. Criaban animales y también cosechaban chauchas, ajíes, algodón, frutillas, papas, zanahorias y choclos. Pero ella sentía que el trabajo rural no era para ella. Entonces aprendió a cocinar cosas nuevas y salió a venderlas en oficinas. Fue mamá a los 18 años de Gianella y luego llegaron Nicol y Brandon, pero nunca dejó de estudiar.
“Mi pasión siempre fue la cocina y la pastelería, hacía cuanto curso podía en Perú. Por estudiar tuve problemas con el padre de mis hijos, pero nunca abandoné y decidí venir a Argentina para profesionalizarme. Fue muy duro tener que dejar a mis hijos. Cuidé niños, trabajé en geriátricos, y en un taller de cueros. Nada de eso era lo mío, pero me permitió proyectar cosas personales y logré traer conmigo a mis hijos luego de cuatro años. Ese fue mi primer sueño cumplido.»
Mi paso por Formación Profesional
“Nunca dejé de hacer cursos de cocina y pastelería, hasta que un día llegué al CFP 28. Fueron años de mucho sacrificio hacer la carrera. Criar a mis hijos, estudiar y trabajar. Yo sé que para nadie es fácil, pero siempre mi motivación más fuerte fue alcanzar mi verdadera profesión. Siempre recibí el apoyo y aliento de mis profesores. Me siento muy orgullosa de haber sido alumna del Centro 28 y estoy agradecida con mis profesores por su generosidad. Me recibí de chef y luego comenzó mi inquietud por enseñar así que realicé el curso de Formación de Instructores.”
Sin lucha no hay victoria
Por medio de las redes sociales, conocí al Círculo de Cocineros de Salta, y a través de esa entidad y el contacto con varios colegas, pude grabar un programa de cable en Canal 9 Express de Salta y también en Canal 4 Regional de Roldán provincia de Santa Fe. En ese último pude enseñar postres típicos de mi país como la «Torta 5 leches» y «Suspiro a la limeña». También tuve la hermosa experiencia de brindarle mis platos y postres a Analía Franchín, Santiago Del Moro y ahora a Luciana Salazar. Pronto viajo a Perú para participar de un Congreso Gastronómico Internacional. Actualmente estudio inglés y me contacto permanentemente con colegas y la escuela en donde daré capacitaciones. Quiero dejar un legado a mi familia y darles el ejemplo que todo es posible en la vida, que es una lucha constante, pero sin lucha ¡no hay Victoria!